En mi trayecto pase por todo
tipo de estados, estaba feliz, hasta llegar al punto de estar hiperactiva;
después por la etapa de cabecear, tener mucho sueño y no poder dormir por la
zozobra de que me pueda pasar de mi parada; al llegar a la estación primera de
mayo pude observar un acto cruel y triste, aunque para muchos sólo era el
trabajo de los policías; estaba un habitante de la calle tirado en el suelo
gritando debido a que dos policías le estaban pegando, sus gritos hacían que no
pudiera dar un paso sin dejar de ver esa escena tan cruel, miraba a mi
alrededor y las personas caminaban como si nada, como si sus sentidos y corazón
no escucharan los gritos ahogados del habitante de la calle. Pensé en decirle y
pedirle que no le pegaran más, pero no sabia nada de lo que había pasado
previamente a mí llegada a la estación, de pronto estaba fomentado desorden en
vía pública, pudo estar maltratando a una persona o sólo estaba vagando por la
calle, insulto a los policías y eso provoco que los policías le pegaran. En ese
momento no sabia que postura tomar, si una persona razonable, que sabe que a
una persona no se le puede tratar a los golpes y más cuando esta pide que secén
a la golpiza e impedir que le siguieran pegando; o simplemente tomar la postura
de un individuo, pasar como si nada pasara –esta ciudad esta llena de
individuos–.
Me baje de la estación y espere
diez minutos al profesor, en el Carrefour del 20 de julio; nos dio las
indicaciones de cómo iba a hacer el recorrido –salida de campo– después como
debíamos hacer el trabajo, para algunos esa salida era para dos trabajos,
teníamos que estar muy pendientes de todas las peticiones para el trabajo.
Subimos por la décima y
cogimos una calle que nos guiaba directamente al santuario; era una calle muy
transitada, puro comercio, es similar a san Andresito, pero sin habitantes de
la calle, de resto todo era igual, las personas transitaban en medio de tanta
venta, los gritos “todo a 10.000 lo que escoja”. Los productos que ofrecían
eran muy diversos, había desde calzado hasta productos para el hogar. Camine con mis compañeros esperando que el
santuario no quedara tan lejos, pero era mejor caminar un par de cuadras más, que subir y bajar Monserrate;
muchas personas decidieron cambiar la rutina y se fueron en bicicleta, una
técnica muy divertida sino fuera porque las calles estaban llenas de personas y
de comercio, no se podía transitar bien. O como algunas personas sin ganas de
comprar, sólo se ponen su destino, corren hasta no llegar a el, lo hubiese
hecho sino fuera porqué la mercancía que ofrecía cada vendedor era muy
interesante.
Para darle un toque especial
a mi trabajo y algo diferente a sólo caminar, tomar fotos y tomar apuntes;
decidí entrevistar a una vendedora por ello me acerque a una señora que vendía
avenas frías, le compre una para poder conversar un poco con ella y obtener un
poco de información, la señora Clara tiene 59 años, con una apariencia de una
vendedora hachada pa’ delante, con varias canas que afirmaba su edad y al
momento de hablar se notaba que era de bajos recursos, no tenía la mayoría de
sus dientes, en ese momento me dio lastima por la señora, al saber que no va a
volver a tener todos sus dientes, pero lo importante es que, con o sin dientes
trabajaba duro para poder mantener a su familia. Cuando probé la avena, sentí
un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo haciendo que me despertara y todo
síntoma de flojera y de pereza desapareciera. Durante la conversación con la
señora, decía que la seguridad era muy escaza, debido a que los policías no
estaban por la zona y si lo estaban no intervenían, sólo hacían acto de
presencia, pero que entre los mismo vendedores se cuidaban, haciendo que la
convivencia entre ellos mismos sea muy equilibrada; a estado vendiendo en ese
lugar durante los últimos 25 aproximadamente, afirmando que todos los fines de
semana en especial los domingos la calle con rumbo al santuario se llena como
si estuvieran regalando algo en la cima la calle. Para poder seguir con el
comercio en esa zona, los últimos años, se creo una organización de
comerciantes para la alcaldía, para así poder seguir vendiendo en ese lugar sin
pagar servicio alguno. Para algunos, decir que no pagan servicio alguno, ni
siquiera el territorio donde ponen sus puestos, suena algo muy rentable ya que
los puestos no se venden o no se alquilan, ni se cuidan, es por el simple hecho
que generaciones anteriores sus abuelos, papas ha estado vendiendo en este
lugar y por ello el sitio le fue heredando para seguir con la tradición.
Siguiendo mi camino,
registrando cada cosa que veía, me di cuenta que no había librería, no había un
local donde encontrar un libro, creo que esa es la forma de evaluar el promedio
de conocimiento de un barrio, mediante el análisis y conteo de cuantas
librerías hay en el barrio, en este caso ni una y ya habíamos avanzado
bastantes cuadras. Al igual que el ambiente que se siente es de pueblo, música
popular por todo los rincones del barrio, no puedo juzgar porqué escuche música
popular pero si puedo sacar muchas conclusiones de ello.
Y aunque ese fuera un acto delincuente,
un delito no se haría nada al respecto, debido a que los policías no ejercen su
labor bien, sólo hacen un acto de presencia nada más, sólo están pendientes del
santuario más no del barrio en si. Y debido a esto tampoco hay propaganda sobre
líderes políticos, ni mucho menos sobre campaña electoral, creo que estos
barrios son manejados en sus votos, los tipos de personas que votan sólo porque
llevo mercado a su casa. Y si fuere así tomaría la misma postura de muchos
feligreses me pongo mis tenis y troto hasta el santuario como si no pasara
nada, porqué la momento de pelea o de discusión no respetan si recibió o no, en
ese y sólo en ese momento en los problemas, si existe un nosotros. Otra forma
de subir al santuario en por la entrada dos, que va hacían un parque muy
diversos, desde fútbol hasta basquetbol o a la venta del negocio.
A medida que iba avanzando me
di cuenta que un Mickey Mouse nos estaba esperando en la esquina para podernos
dar un gran abrazo de bienvenida, pero al ir a tomarnos un foto con nuestra
propia cámara, una señora un poco arrogante, se interpuso entre la cámara y
Mickey Mouse diciendo “la foto cuesta 3000 pesos” ¡3000 pesos una foto! No es
que sea tacaña, pero 3000 pesos por tomarme una foto con una persona que se
notaba aleguas que era un disfraz y que no valía la pena debido a que sus
pantalones estaban en otra parte menos en su lugar, si lo viera Minnie pensaría
que esta desnudo y que pena; no espero un disfraz traído desde Disney Channel,
pero si algo creíble, espero que esa señora tenga otra opción para adquirir
plata.
Llegando a la plaza al aire
libre, me di cuenta que las personas que estaban sentados en mitad de la plaza,
eran personas que tenían algún tipo de falencia, en la espera de algún milagro,
otras personas en cambio sólo estaban allí para pedir limosna, para pedir que
les den un poco de plata; ¿será que llegan a obtener la suficiente plata para
mantener a sus hijos? En aquella plaza al aire libre no sólo se reúnen personas
con alguna discapacidad, sino también personas que llevan a sus mascotas a ser
bendecidas o simplemente reciben la misa con un delicioso helado, paquetes de
papas, de comida enlatada con su respectiva gaseosa o simplemente una
chocolatina yet como pude observar en mi trayecto.
En la segunda plaza esta el
santuario del divino niño, con una frase grande en letras doradas que reciben a
todos los feligreses “yo reinare” después de rezar o orar con mucha devoción,
se va para la misa, es como un ritual que tienen los feligreses del 20 de
julio, después de rezar al divino niño se disponen a ver la misa. Pero no sin
antes echar una moneda en una maquina que prende una vela si le llegas a
introducir una moneda en el velita que quieres prender, la moneda no importa,
puede ser de 50 pesos lo importante es hacerlo de corazón. Después de dar por
terminada la misa, muchas personas se acercan a pedirle la bendición a cuanta
imagen les presente, como la de una señora que le dijo y le pidió que le diera
la bendición a una imagen del papa, en nuevo papa de roma.
Otras familias se van después
de la misa y deciden ir a comprar comida popular, como algodón de azúcar,
mazorca, para los niños bonice, o para las que cuidan su cuerpo compran jugos
naturales o en su caso una deliciosa ensalada de frutas. Pude observar a medida
del tiempo, que las personas se van a comer ya sea una helado o un muy buen
almuerzo y vuelve a la iglesia, ya sea a mirar, descansar o simplemente a
recibir otra vez la misa; de ahí volvemos a la misma rutina, entrar recibir
folletos de los cánticos de la iglesia, de cómo orar; recibir la misa y volver
a salir, mucho de ellos aprovechan y van a la librería y compran su escapulario
bendecido con agua bendita, manillas con la imagen del divino niño o de la
virgen María, velas para mantener la Fé y la esperanza o por lo más común, la
biblia, para mantener una buena comunicación con el.
Ya para terminar mi salida
de campo observamos que los policías no estaban para mantener la seguridad a
todos los visitantes, empleados y personas que viven en ese barrio; sino de
mirar si hay alguna persona con ciertos problemas con la justicia mirando su cédula y verificando que no haya algún problema. Como lo hizo con los amigos de
una compañera, les pidió los papeles para mirar si están a salvo de todo problema.
El sol en el punto más alto, con un hambre que no dejara de pensar en comida, salimos a buscar algo de comer, cuando nos encontramos con propaganda sobre actividades y ejercicios, eventos para Bogotá más humana. Tratamos de mirar pero había muchas personas pendientes del partido que se llevaba a cabo en la cancha frente al santuario, así que cada uno se fue por su lado a la casa, debido a que ya había culminado nuestra salida de campo, fue una experiencia muy buena, de ante mano lamento que no se haya podido realizar en Monserrate, pero para una próxima ocasión. De esta forma culmino mi texto diciendo que no importa de donde eres y hasta donde tienes que ir para encontrarte con Dios, empieza desde tu corazón la esencia, que el lugar es solo complemento.